Una multitud peregrinó hasta el Monumento a María Auxiliadora

Durante el domingo la feligresía católica celebró la tradicional Peregrinación a María Auxiliadora, la misma partió pasadas las 14hs con oraciones y cánticos, encabezando la Imagen de María Auxiliadora. La peregrinación tuvo su llegada final al Monumento ubicado sobre ruta provincial 126.
Numerosas familias, adultos mayores y jóvenes acompañaron a María Auxiliadora en este tramo, con un día que acompañó para realizar la tradicional caminata.
En el predio de la Virgencita se realizó la santa Misa para todos los peregrinos y se bendijo elementos de trabajos relacionados con el agro y el sacerdote pidió que alcen las manos para ser bendecidas.

Se destaca la cantidad de personas que caminaron junto a la Virgen hasta el predio para luego compartir la misa. Desde la Policía montaron un operativo de seguridad a lo largo de la peregrinación teniendo en cuenta que se transita por rutas 119 y 126. También hubo apoyo de la Dirección de Tránsito, Bomberos Voluntarios y un servicio de ambulancia del Hospital.
El párroco de la Obra de Don Bosco Alejandro Pujalski, presidió la misa que en parte de su homilía decía “Los salesianos tenemos la misión de ser pastoreas a nombre de la Virgen y de Jesús para los predilectos de Jesús que son los niños y los jóvenes.
Las dos congregaciones principales de Don Bosco, los Salesiano de Don Bosco y las Hijas de María Auxiliadora nacen de grupos que ya existían bajo el título de María Inmaculada”.
Don Bosco dedicó dos monumentos a María Auxiliadora, uno la Basílica en Turín, Italia, con la adoración de la gente humilde a la Virgen. El otro es el monumento vivo de María Auxiliadora, que son las Hijas de María Auxiliadora. La virgen Auxiliadora ostenta los atavíos de patrona, con el niño Jesús en los brazos porque es madre, con la corona en sus cienes porque es reina, con el cetro en sus manos porque es auxiliadora poderosa, como reina del cielo y la tierra que es. Al contemplar su imagen maternal exultan de gozo nuestros corazones de hijos.
Hermanos, Fe, mucha Fe en su poder de madre de Dios. Amor, mucho amor a la que también llamamos madre nuestra.
Entusiasmo y manifestación de cariño filial junto a este monumento dedicado a ella. Mirémosla como escudo de defensa. Si estamos refugiados tras sus estandartes en vano lucharan los enemigos de nuestras almas, el demonio y el pecado. Nuestra devoción práctica a la Virgen será prenda segura de nuestra salvación, mirémosla en su trono, monumento de cariño que hemos elevado a nuestra madre del cielo.
Virgen Santísima, madre nuestra, reina nuestra, Auxiliadora nuestra, a ti nuestros cantos y plegarias.
María Auxiliadora, madre y maestra de nuestras familias gracias por sostenernos en los momentos difíciles en las crisis familiares”.