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Viernes 10 de Julio de 2020

“Dicen que todos llevamos un héroe adentro. Este es el momento que surja...”

Fueron las palabras del Dr. Alejandro Oria, a cargo de las palabras alusivas en la Celebración del 204 ° Aniversario de la Independencia de nuestro país, realizado en horas de la mañana del jueves en plaza General Belgrano.


El Dr. Alejandro Enrique Oria estuvo a cargo de las palabras alusivas en el acto central realizado en horas de la mañana en la plaza principal de nuestra ciudad por el 204° aniversario de la Independencia Argentina.

“Buenos días. Gracias por permitirme compartir con Ustedes este peculiar acto del 9 de julio.
En la soleada mañana del 9 de julio de 1816, cuando Juan José Paso, luego de leer la proposición preguntó a los diputados si querían que las provincias de la Unión conformaran una nación libre e independiente de los Reyes de España, lo congresistas respondieron afirmativamente con una aclamación cerrada y luego, individualmente, ratificaron la aprobación.

En ese momento las provincias Unidas del Rio de la Plata no estaban tan unidas
Aunque Corrientes no envió representantes al Congreso de Tucumán, sí tenía intenciones e emancipación.
Las actuales provincias de Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe, Corrientes, Misiones y la Banda Oriental, estaban enemistadas y mantenían situación de guerra con el Directorio, de buenos aires y pertenecían la Liga Federal, o Liga de los pueblos libres, y ya en 1815 había declarado la independencia de la corona española.
Este consenso unánime respecto a la declaración de la independencia, nos hace reflexionar respecto a la valentía que tuvieron los protagonistas de nuestra historia para hacer frente a sus diferencias personales y a las dificultades que se les presentaban.
Más allá de los desacuerdos, a la futura república Argentina la unía dos cosas: el enemigo común y el deseo de ser libres.
Aunque en ese momento no hubieron delegados correntinos en el congreso de Tucumán, pensemos en tantos héroes correntinos que ayudaron a allanar el camino para llegar al 9 de julio de 1816.
Recordemos a los valientes Cazadores correntinos, 84 comprovincianos que conformaron una unidad de milicias creada en la ciudad de Buenos Aires luego de producirse la primera invasión inglesa en 1806, al mando del capitán Juan José Fernández Blanco quien además se constituyó, en 1821, en el primer gobernador constitucional de nuestra provincia.
Recordemos que la mayoría de los Granaderos de San Martín fueron correntinos. El Soldado Juan Bautista Cabral es el mayor símbolo de ellos, Saladeño Zambo, hijo una esclava angoleña y de un indio guaraní, que no dudo en arriesgar y perder la vida para salvar a su capitán ese 3 de febrero de 1813 pero además de Cabral fueron más de 100 correntinos los que integraron el cuerpo de Granaderos que armó San Martín para iniciar su lucha por la libertad de medio continente.
Recordemos a Pedro Ríos, ese niño de 12 años de Yaguareté Cora, actual Concepción quien se uniera a Belgrano en la expedición al Paraguay, inicialmente como lazarillo del

Capitán Celestino Vidal y Posteriormente encargado del tambor, redoblando el parche para avisar las órdenes del coronel. Y de esta manera, haciendo su trabajo, murió en la batalla de Tacuarí el 8 de marzo de 1811 alcanzado por dos proyectiles en el pecho, siendo recordado como el Tamborcito de Tacuarí.
Como no recordar a nuestro gran héroe correntino, el Yapeyuano José de San Martín, quien desde el fallido congreso del año XIII, insistió con proclamar la libertad de América.
204 años después de ese momento tan importante para la historia nacional, estamos nuevamente en guerra.
Nuestro enemigo no son los virreinales, los maturrangos ni los godos al decir de San Martín.
Nuestro enemigo es invisible, pero logró atacarnos de manera en que nunca nos hubiéramos imaginado.
Nuevamente estamos unidos por un enemigo común y por el deseo de ser libres.
Este enemigo nos tiene aterrorizados y encerrados, mirando por televisión cifras de muertos, tumbas abiertas, personas disfrazadas con equipos que hubiéramos pensado que eran de ciencia ficción. Evita que nos juntemos, que nos abracemos que nos besemos. Nos empobreció y nos sacó muchas de las cosas que nos hacían felices. Nuestra posibilidad de trabajar, los festejos, ronda de mate, asados con amigos, el cumple de 15 de nuestras hijas, el fulbito en la cancha los fines de semana, el viaje a visitar a la abuela, los actos en la plaza Belgrano...
Más que nunca deberemos estar unidos para enfrentarlo. Nuestra patria necesitará nuevos sanmartines, nuevos Güemes, nuevos morenos, nuevos cabrales, nuevas Juana Azurduy, nuevas María Remedios del Valle, esclava negra que combatió con Belgrano y nombrada como "Madre de la Patria".
Dicen que todos llevamos un héroe adentro. Este es el momento que surja...”


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