“El 50% de la gente con asma no sabe que tiene la patología”

El pasado martes 4 de mayo fue el Día Mundial del Asma y sobre esta conmemoración se explayó el prestigioso médico neumonólogo curuzucuateño Miguel “Tato” Penizzotto, jefe del área de Neumonología del Sanatorio San Roque en el programa “Mañana Express”.
 
Patología prevalente
Inicialmente el profesional se refirió a una de las características más salientes de esta enfermedad al indicar: “El asma bronquial es una enfermedad muy prevalente, es decir que hay mucha cantidad de asmáticos”, a lo que añadió “La padece entre el 8 y el 10% de la población, es decir que es una cantidad muy importante”.
Como para graficar la situación Penizzotto comentó que en nuestra zona son más de 1.000 los pacientes asmáticos en control.
 
Padecerla sin saber
Seguidamente el profesional de la salud hizo referencia a una de las características más sobresalientes de esta enfermedad que la mantienen subyacente en la consideración de la ciudadanía: “El 50% de la gente con asma no sabe que tiene la patología. Esto es un poco porque ignoran los síntomas, y otro poco porque lo denominan de otra manera: dicen que tienen bronquitis o alergia bronquial”.
“El término ‘asma’ asusta, y no debería ser así porque es una enfermedad súper controlable, ya que el paciente que cumple las prescripciones y el tratamiento puede hacer una vida absolutamente normal”, precisó Penizzotto.
 
¿Cómo identificarla?
Cuando fue consultado sobre las señales que pueden ayudar a una persona a saber que tiene asma, el neumonólogo enumeró: “Hay cuatro síntomas fundamentales que tiene el paciente asmático, por los que, por lo menos, debe sospechar que tiene asma. Que tenga tos, que le silbe el pecho (que se llama sibilancia), que le falte el aire o que siente una opresión en el pecho”.
En caso de que un sujeto identifique este cuadro en su salud, Penizzotto detalló la continuidad del proceso: “Una vez que el paciente le manifiesta a su médico que tiene esos síntomas, entonces éste debe orientar la búsqueda de información hacia si existen antecedentes de esta enfermedad en la familia y el diagnóstico se confirma mediante un estudio que se llama pirometría, que lo que hace es medir la función de los pulmones. Así se puede descubrir una obstrucción del flujo aéreo, es decir que los “cañitos” que sacan el aire del pulmón, que se llaman bronquios, están disminuidos en sus funciones”.
 
Verdades y mitos sobre el asma
Cuando fue consultado sobre las formas en que esta enfermedad puede ser adquirida, Penizzotto se explayó para disipar dudas y confusiones: “Entre las creencias y mitos que tiene la gente, se cree que una persona nace asmática y que, si no nace con esa condición, pero tiene síntomas no es asma, y es absolutamente falso eso. Uno puede tener asma y empezar la enfermedad en la infancia, en la adolescencia, en la adultez o incluso siendo mayores. Tengo muchos pacientes asmáticos que empiezan con la patología a los 60, 65 o 70 años. No es privativo de los chicos y no es una enfermedad que se contagia”, aclaró.
En este sentido el médico también desmitificó otra de las populares atribuciones otorgadas a esta patología respiratoria: “Se pensaba que el asma estaba directamente ligado a la condición alérgica de un paciente, pero recientes estudios han demostrado que hay otras causas de asma, y eso ha colaborado mucho para el manejo de esos pacientes”.
Asimismo, Penizzotto brindó un dato sorprendente: “Los últimos estudios han demostrado que el paciente con asma que esté bien controlado y cumpliendo con el tratamiento no tiene mayor posibilidad de adquirir Covid, y si se infecta con este virus, de acuerdo a lo que estamos viendo con otros médicos, no les va peor que a los pacientes que no tienen asma”, aseguró.
 
¿En qué consiste la enfermedad?
De manera sencilla, Penizzotto explicó por qué esta enfermedad genera dificultades respiratorias: “El bronquio de un asmático está inflamado, y es esa inflamación es la que causa la obstrucción que impide que pase el aire. Esa inflamación se cura con el tratamiento que recibe un paciente, y finalmente se vuelve normal, pero sólo conserva esa condición siempre y cuando el paciente persevere en el tratamiento”.
 
Sin cura, pero controlada
Ante la pregunta de si el asma puede ser curada, el médico neumonólogo respondió de manera simple y concreta: “El asma no se cura, como toda enfermedad crónica, pero se controla”, dijo, y añadió: “Comparando con un paciente que tiene hipertensión arterial, que es una de las enfermedades más comunes. Cuando se pregunta si se cura este mal decimos que no, no se cura, pero si el paciente hace el tratamiento adecuadamente, ningún órgano que habitualmente se comprometen, como el corazón, se verá afectado por hipertensión, aun cuando tenga 30 o 40 años de hipertenso, y con el asmático pasa lo mismo: si cumple el tratamiento sus bronquios van a ser sanos toda la vida”.
 
Actividad física, un deber
Otra de las cuestiones que Penizzotto indicó que sufrió grandes modificaciones durante los últimos 20 años, es la desacreditación del supuesto que un asmático debe evitar las actividades físicas; al respecto dijo: “El asmático debe hacer ejercicio. Ya quedó desestimado eso que decía que un chico, por ser asmático, no debía hacer ejercicios en el colegio. Ya se ha demostrado que es exactamente lo contrario. El paciente asmático tiene que hacer tratamiento y de esa forma debe hacer actividad física, eso lo beneficia. Con decir que hay deportistas de alta competencia que son asmáticos, como atletas olímpicos o jugadores de fútbol de la Primera División y tenistas profesionales, entre otros”, concluyó.
El médico neumonólogo Miguel Penizzotto es uno de los profesionales de referencia de la región en cuanto a salud pulmonar refiere. Además de ser el jefe del área de Neumonología del Sanatorio San Roque, goza de un gran reconocimiento a nivel nacional entre sus colegas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.