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El periplo aéreo se puso en marcha desde Alemania, pasando por el sur de Chile hasta llegar a la ciudad de Curuzú Cuatiá, donde decidieron hacer una parada para recargar energías antes de continuar con su épica travesía. Durante su estadía, los aviadores tuvieron la valiosa oportunidad de compartir experiencias con pilotos locales de renombre, como el experto Juan Urreli en paramotor.
Al día siguiente, alrededor de las 9hs, se llevaron a cabo meticulosas tareas operativas previas al despegue: carga de combustible, verificación de licencias y evaluaciones psicofísicas de los pilotos. Estos procedimientos, detalladamente documentados en el libro de movimientos del aeroclub, son cruciales para garantizar la seguridad operacional del vuelo y cumplir con normativas internacionales.
Con todos los aspectos técnicos debidamente atendidos, a las 11:30hs los aviadores retomaron vuelo con rumbo a la ciudad de El Dorado, en Misiones, continuando así su travesía que los guiará hacia Surinam. Este valiente grupo de aviadores europeos está haciendo gala de que la pasión por la aviación trasciende fronteras geográficas, conectando a personas de diversas nacionalidades en un espíritu de camaradería y aventura.
La presencia y el excepcional viaje de estos pilotos ha dejado una huella vibrante en la comunidad aeronáutica local para explorar nuevos horizontes y desafiar los límites del cielo en busca de emocionantes vivencias.
