Apenas asumió, el suyo fue el primer nombre que le apuntó Gustavo Costas a los dirigentes de Racing. El entrenador lo conocía bien a Maxi Salas, lo había dirigido en 2022 en Palestino de Chile y estaba convencido de que era una de las piezas que necesitaba para terminar el 2024 festejando.
¡Y tuvo toda la razón! Es que el delantero curuzucuateño de 26 años la descoció en la final de la Copa Sudamericana ante Cruzeiro. Fue un dolor de cabeza constante para la defensa brasileña, desequilibró en todo momento, participó de la jugada del gol de Martirena que fue anulado por el VAR, asistió a Maravilla Martínez en el 2-0 y hasta tuvo aire para quedar mano a mano en el final, en la jugada anterior al tanto de Roger Martínez, aunque su remate se fue apenas desviado.
La realidad es que el camino de Maxi Salas durante este 2024 tuvo varios escollos que debió superar para hoy recibir el mimo de todos los hinchas de Racing. En total disputó 48 partidos y convirtió ocho goles, pero por momentos fue bastante cuestionado por los hinchas. Sin embargo, logró revertir esa imagen a fuerza de buenos rendimientos y abrazó la consagración en Asunción, siendo la gran figura de la Acadé en la final.