En la mañana del viernes, la Justicia ordenó la inmediata liberación del Sr. E. Verón que había sido detenido el pasado sábado en su casa cuando la Policía lo ubicó ya que este tenía en su poder el teléfono de la joven fallecida.
La joven V. Coceres habría arrojado su teléfono en el ingreso al predio del Batallón previa a su muerte. Es lo que por ahora maneja la Justicia y fue ahí que encontró el Sr. Verón que regresó al casco urbano para luego vender el teléfono en el asentamiento del Yaguá Rincón.
Por ahora la Justicia ordenó su libertad pero seguirá supeditado a la causa. Por el momento podrá volver a su domicilio pero deberá cumplir una serie de requisitos que la justicia determinó mientras siga el avance de la investigación ya que restaría algunas pruebas más por llegar a la Unidad Fiscal interviniente.
A pesar de la marcha de pedido de justicia, la causa de V. Coceres empieza a tomar un rumbo, en principio, a la hipótesis del suicidio.