En la celebración del Mes de la Mujer, Virginia Aguirre de Talamona, actual directora de Cultura y Turismo de Curuzú Cuatiá, recibió una distinción por parte del gobernador Gustavo Valdés en el marco de las actividades que se realizan en conmemoración del 8 de Marzo. Para ella este reconocimiento fue una sorpresa que la llenó de emoción, especialmente después de casi ocho años de trabajo silencioso y constante en su comunidad. "Fue una gratificación enorme. No me lo esperaba, fue una sorpresa tremenda", confiesa con humildad, visibilizando un esfuerzo que, aunque muchos desconocen, ha sido fundamental para el crecimiento cultural y turístico de Curuzú Cuatiá.
El trabajo que Virginia ha realizado junto con su equipo, liderado por José Irigoyen, ha marcado un antes y un después en la ciudad. Con proyectos que van desde la edición de 30 libros hasta la creación de un espacio cultural para artistas locales, su labor ha sido un puente que conecta a la comunidad con el arte, la cultura y el entretenimiento. "Es una caricia al alma. Es como si dijeran: ‘Estamos viendo lo que estás haciendo, porque es mucho esfuerzo’", expresa Virginia con gratitud.
Este reconocimiento no sólo es para ella, sino para todos los artistas, trabajadores y colaboradores que han sido parte de una cultura que, en tiempos difíciles, como la pandemia, se reinventó a través de iniciativas como el streaming y otros eventos virtuales. "Este premio lo recibo como un reconocimiento a todos esos artistas y a toda la gente involucrada, a todos los que hicimos juntos", dice Virginia, destacando la importancia de dar espacio y oportunidades para el arte local.
Otro de los hitos que Virginia resalta con orgullo es la reciente inauguración del corsódromo de Curuzú Cuatiá, un sueño hecho realidad en colaboración con el Gobierno provincial. Este espacio se convierte en un motor para la economía local, donde el carnaval no sólo es una fiesta popular, sino también una industria que genera trabajo para más de 500 personas. "El carnaval es una de las fiestas más complejas de organizar. Hay más de 300 personas trabajando exclusivamente para las tribunas, la seguridad, los baños, y hasta los privados con sus cantinas. Es un motor económico fundamental para nuestra ciudad", explica Virginia, destacando el impacto positivo que tiene esta fiesta tanto en la economía local como en el desarrollo del turismo y la cultura en la región.
Pero no sólo el corsódromo ha sido una gran conquista para Curuzú. Virginia también resalta el valor simbólico que tiene este espacio multifuncional, que no sólo servirá para el carnaval, sino también para una serie de eventos, como el Festival del Locro, entre otros. "Es un espacio de 19 hectáreas, con estacionamiento para 2.000 autos. Esto será clave para seguir impulsando eventos que movilicen la economía de Curuzú Cuatiá", cuenta.
En un tono más personal, Virginia menciona con humildad que, aunque no proviene de una familia vinculada al carnaval, logró entender y adaptarse a esta rica tradición. ‘Yo no vengo de una familia del carnaval, pero aprendí de la mano de Graciela Borré, quien nos enseñó a organizar este tipo de fiestas. Hoy entiendo la pasión de quienes trabajan durante todo el año para competir por un punto, y eso es algo maravilloso", reflexiona.
Además, como mujer, Virginia se siente profundamente comprometida con el empoderamiento femenino. En abril, Curuzú Cuatiá será sede del Tercer Congreso Provincial de la Mujer, un espacio para reflexionar sobre los avances y desafíos de las mujeres en diversos ámbitos, desde la salud hasta la educación, pasando por el campo laboral. "Hoy las mujeres ocupamos cargos de poder y estamos cambiando la historia", finalizó.