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Viernes 14 de Marzo de 2025

ACYAC recibió una importante donación de docu­mentos y mapas que datan de finales del siglo XIX y principios del XX

El rescate de la historia local y su preservación son fundamentales para el desa­rrollo de cualquier sociedad.


Estos esfuerzos no sólo nos permiten entender nuestro pasado, sino que también sirven como base para cons­truir un futuro más sólido, con un profundo sentido de identidad y pertenencia. En este contexto, es crucial resaltar el trabajo realizado por ciudadanos comprome­tidos con la preservación del patrimonio cultural de Curuzú Cuatiá, una ciudad que, a través de diversas iniciativas, busca mantener vivas las huellas de su rica historia.

Una de las contribuciones más recientes a la memo­ria histórica de la ciudad es la donación de un valioso conjunto de documentos y mapas, que datan de finales del siglo XIX y principios del XX, realizada por Silvia Itu­rriaga. Esta donación ha sido recibida con gran orgullo por la comunidad curuzu­cuateña, especialmente por las autoridades municipales y culturales que han traba­jado incansablemente por preservar este legado. Virgi­nia Aguirre Talamona, direc­tora de Cultura y Turismo de Curuzú Cuatiá, expresó con entusiasmo la importancia de este gesto: "La ciudad ce­lebra con gran orgullo esta donación, que se convierte en un testimonio invaluable de nuestra historia local".

El conjunto de documen­tos, que incluye títulos de propiedad de la familia Itu­rriaga y de otras familias de Curuzú, es una pieza clave para entender las transac­ciones inmobiliarias y el de­sarrollo urbano de la ciudad a lo largo de los años. Estos registros no sólo permiten conocer aspectos de la vida cotidiana en épocas pasadas, sino que también ilustran cómo la ciudad ha evolu­cionado desde sus orígenes hasta convertirse en lo que es hoy. Además, la calidad de conservación de estos mate­riales es excepcional, lo que permitirá a los visitantes del Museo de la Ciudad "Fran­cisco Candia" apreciar la his­toria de Curuzú con claridad y detalle.

La entrega de estos do­cumentos no ha sido sólo una acción de agradeci­miento, sino también un acto de responsabilidad histórica. Silvia Iturriaga, al no contar con parien­tes directos en la locali­dad, decidió donar estos materiales para asegurar su resguardo y evitar que se perdieran con el paso del tiempo. Su decisión resalta el compromiso con la me­moria colectiva de la ciudad, mostrando cómo la historia de una comunidad puede perdurar gracias a la volun­tad de individuos que sien­ten un profundo amor por su tierra. Este gesto de genero­sidad y conciencia histórica es digno de reconocimiento, pues asegura que las futuras generaciones tengan acceso a las huellas de su pasado.

El Museo de la Ciudad, a través de la Asociación Ar­tística y Cultural (Acyac), será el encargado de alber­gar y preservar este tesoro histórico. Norma Bernárdez de García, presidenta de Ac­yac, y Mario Pérez Raffaelli, miembro de la comisión, han sido fundamentales en el trabajo de conservación de estos materiales. La Ac­yac, además de custodiar estos documentos, tiene la responsabilidad de ofrecer un espacio adecuado para su exhibición, lo que per­mitirá que los habitantes de Curuzú Cuatiá, así como los turistas y estudiosos, pue­dan acceder a ellos y pro­fundizar en el conocimiento de la historia local. Para la Acyac, esta donación no sólo enriquece las colecciones del museo, sino que también fortalece el sentido de iden­tidad de la comunidad, co­nectando a los ciudadanos con sus raíces y promovien­do un mayor aprecio por su patrimonio.

Este acto de donación y conservación es una clara muestra de cómo el rescate de la historia de una ciudad no depende únicamente de las instituciones guberna­mentales, sino también de la acción comprometida de los ciudadanos que, con amor y responsabilidad, entienden la importancia de preservar lo que nos ha sido legado. Gracias a iniciativas como esta, Curuzú Cuatiá conti­núa fortaleciendo su iden­tidad y proyectándose hacia el futuro con un profundo respeto por su pasado.

La historia de Curuzú Cua­tiá es rica y compleja, y esta reciente donación no sólo será una adición invaluable al patrimonio histórico de la ciudad, sino también una puerta abierta para aquellos interesados en conocer más sobre sus orígenes. De este modo, la memoria histórica se convierte en un puente que conecta a las generacio­nes presentes con el pasado, asegurando que el legado de Curuzú perdure para siem­pre.

Es fundamental que, tanto los ciudadanos como las au­toridades, sigan trabajando en conjunto para continuar rescatando, preservando y compartiendo la historia de la ciudad. Sólo a través de estos esfuerzos podremos mantener viva la memoria colectiva, y así garantizar que las futuras generaciones conozcan y valoren el patri­monio cultural que define a Curuzú Cuatiá.


Fuente: Norte Corrientes
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