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Miércoles 18 de Junio de 2025

Historias de rugby: De Curuzú Cuatiá, hacia ambas costas entrerrianas

Maximiliano Miño y Bruno Aguirre, dos amigos unidos por el rugby y la vida, forjaron sus primeras armas en Ñandubay RC y hoy brillan en CUCU y Capibá RC, respectivamente. Historias paralelas con el mismo motor: la pasión por la ovalada.


Se trata de esas historias de vida que bien valen la pena ser contadas. Maximiliano Miño y Bruno Aguirre son amigos desde siempre. Ambos tienen 25 años, nacieron en Curuzú Cuatiá, Corrientes, y dieron sus primeros pasos en el rugby en el Ñandubay RC, club al que siempre recuerdan con orgullo y cariño, tras representar incluso hasta la Primera División.

Con el empuje característico de un primera línea y ese perfil bajo que suele acompañar a los trabajadores del juego, Maxi fue creciendo paso a paso hasta llegar al Club Universitario de Concepción del Uruguay (CUCU). Mientras que Bruno arribó a la costa del Paraná, para incorporarse a Capibá RC.

Hoy día, en una costa y la otra de Entre Ríos, los dos continúan disfrutando del deporte de sus amores.

Instalado desde el año pasado en Concepción del Uruguay, Miño se encuentra transitando su segundo año en el club, compitiendo tanto en el exigente Torneo Regional del Litoral como en el nuevo Torneo Estrella Federal, al tiempo que estudia Ingeniería en Sistemas.

Por su parte, Aguirre –técnico Superior en Gestión y Producción Agropecuaria– cursa actualmente el segundo año de la carrera de Ingeniería Agronómica en Oro Verde.

DESDE LA COSTA DEL URUGUAY

Para Maxi Miño, el rugby del CUCU “es muy lindo, muy divertido, con mucho contacto. Me sentí incluido desde el primer día. Es un grupo joven, con un promedio de edad de 23 años, y eso también lo hace especial”, destacó el pilar.

Más allá de su rendimiento individual, Miño valora profundamente el espíritu de equipo y la identidad del club, aspectos que lo impulsaron a involucrarse de lleno en la vida de la institución.

Si bien el comienzo de temporada en el Torneo Regional del Litoral no ha sido el ideal –el equipo aún no logró sumar victorias–, el compromiso del grupo está intacto. “Siempre vamos para adelante. Nos falta constancia y un poco más de acompañamiento de los mismos jugadores que son parte, en los entrenamientos. Pero el compañerismo está, y las ganas también. Creo que le vamos a encontrar el ritmo”, afirmó con optimismo.

“Venir desde Corrientes y afianzarme en una ciudad nueva no fue fácil, pero el grupo me recibió muy bien. Jugar de local, con el apoyo de la gente, es muy distinto. Ahí somos más, y eso se siente. Podríamos decir que somos un equipo al jugar de local y otro muy distinto al hacerlo de visitante”, reflexionó.

Sobre los objetivos para este año, Miño no duda en trazar un horizonte claro: “Queremos jugar la Reclasificación del Torneo Regional del Litoral y ascender al siguiente nivel. El objetivo es claro: dejar siempre al CUCU en lo más alto”.

MIRADA DESDE EL PARANÁ

A diferencia de su amigo, Bruno Aguirre juega de centro, aunque comparte la misma pasión por la esencia de un club.

“Nos sumamos a los entrenamientos de Capibá a comienzos de este 2025. Somos un grupo de estudiantes de Oro Verde que teníamos muchas ganas de jugar. Nos contactamos con uno de los jugadores, y enseguida nos invitaron. Por cercanía, por el ambiente y por cómo nos recibieron, elegimos Capibá. La calidez de su gente fue fundamental. Me sentí como en casa”, expresó.

Respecto a las diferencias entre el rugby correntino y el entrerriano, señaló: “Las competencias juveniles en Corrientes son muy buenas, con una formación sólida. Pero al llegar a Primera, quedan pocos jugadores, porque muchos emigran a estudiar a las capitales. Es lo que nos pasó, de hecho, a Maxi y a mí”.

En tanto, sobre sus objetivos, fue directo: “Capibá tiene un norte claro: ganar el Desarrollo y ascender al TRL C. Esta es mi nueva casa y la ambición de alcanzar ese norte está presente partido a partido, entrenamiento a entrenamiento, generando competencia sana dentro del plantel. Quiero ver campeón a Capibá, y sé que puedo aportar mi experiencia en el Desarrollo correntino y el TRNEA C, gracias a la buena escuela de rugby que tuve en Ñandubay RC”.


Fuente: miradorprovincial.com
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